RENACIMIENTO
El Renacimiento es un movimiento artístico y cultural que se inició en Italia en el siglo XV. Está caracterizado por dirigir sus ojos hacia el clasicismo romano y por situar al hombre como centro de todas las cosas, dejando de lado el teocentrismo medieval y ofreciendo así una nueva forma de entender el arte. Así mismo, con el Renacimiento el arte pasó de estar bajo el control de los gremios para ponerse bajo la protección de la burguesía, lo que daría lugar a la aparición de los mecenas, como las familias Medici, Rucelli, Tornabouni, Pazzi, etc. Teniendo esto en cuenta, los artistas se vieron engrandecidos y admirados, abandonando de forma definitiva el anonimato.
Por otro lado, la llegada del Renacimiento marcó un punto de partida del reconocimiento social de la mujer artista, en consonancia con el propio cambio social que se produjo a partir sobre todo del siglo XVI en la Europa más desarrollada. En el siglo XV no obstante, incluso en la Italia del Quattrocento este fenómeno aun no se advirtió en el caso de la mujer, y apenas hubo artistas mujeres documentadas.
Por otro lado, la llegada del Renacimiento marcó un punto de partida del reconocimiento social de la mujer artista, en consonancia con el propio cambio social que se produjo a partir sobre todo del siglo XVI en la Europa más desarrollada. En el siglo XV no obstante, incluso en la Italia del Quattrocento este fenómeno aun no se advirtió en el caso de la mujer, y apenas hubo artistas mujeres documentadas.
BARROCO
El arte del Barroco (siglo XVII y principios del XVIII) se caracteriza por sus manifestaciones de índole social, político y religioso. Además, este movimiento artístico trata de expresar un mundo en movimiento donde los sentidos juegan un papel fundamental. Siendo esto así, la exageración y la ostentación serán muy habituales junto con una representación realista del mundo. Por tanto, a menudo esta realidad se someterá a la mentalidad turbada y desengañada típica de la época, manifestándose en una distorsión de las formas, en efectos forzados y violentos, fuertes contrastes de luces y sombras, etc.
En el periodo Barroco seguimos encontrando autoras que en la mayoría de los casos son hijas de artistas, que aprenden el oficio en el taller paterno, y pintoras que desarrollan su actividad refugiadas en géneros como el retrato y la pintura de género. Cabe decir que su reconocimiento sigue sin ser ni mucho menos paralelo al de los hombres.
¿CUÁL ES EL PAPEL DE LA ARTISTA FEMENINA?
Si observamos los libros de texto podemos llegar a pensar que no existieron pintoras y escultoras importantes, ya que en la mayoría de los casos las mujeres solo aparecen representadas en las obras, pero no se habla de ellas como autoras en sí. Pero la realidad es que sí hubieron grandes artistas que realizaron importantes trabajos, aunque estos fueron atribuidos a hombres para que su valor económico y simbólico no bajase. Este acto era consecuencia de los obstáculos que las mujeres debían superar para poder dedicarse a aquello que verdaderamente deseaban.
Por otra parte, a partir del siglo XV, se empezó a reivindicar que la pintura, la escultura y la arquitectura fuesen consideradas artes liberales. El primer problema fue que dichas disciplinas requerían cierta formación en Geometría, Física, Aritmética y Anatomía, formación en la cual no se incluía a las mujeres. Además, otras limitaciones que sufrieron las artistas fueron que tenían una dependencia absoluta del varón, recibían formación en el taller familiar a partir de un pariente varón y estaban excluidas completamente de la actividad del dibujo de cuerpo humano desnudo.
Por tanto, para que las mujeres recibiesen una mayor formación y aceptación social, era necesario que perteneciesen a la nobleza o a la burguesía adinerada. En este caso, recibían una formación humanística que incluía el aprendizaje del dibujo, la pintura y la música, las cuales eran impartidas por maestros consagrados.